Muchos profesionales de negocios cometen un error inocente al principio de sus carreras o proyectos que terminan costándoles muy caro a largo plazo. Aunque el mundo de los negocios (especialmente los relacionados con el espíritu empresarial y la propiedad de empresas) puede tener muchas trampas, cierto tipo de error es muy difícil de deshacer y puede causar un daño permanente a su carrera, su negocio e incluso su seguridad financiera personal. Gestión financiera sin un experto.
Tratar de hacer su propia administración financiera si no tiene conocimientos financieros es como tratar de hacer el mantenimiento del motor de su automóvil. Puede hacerlo bien por un tiempo, pero en algún momento algo saldrá mal, y puede que lo pague muy caro.
La gestión financiera es un área que es mejor dejar a los profesionales. Un pequeño costo adicional por adelantado puede ayudarlo a evitar una serie de grandes riesgos en el futuro.
¿A qué se refiere la gestión financiera?
Muchos pueden escuchar el término “gestión financiera” y pensar en contabilidad financiera. Sin embargo, la contabilidad es sólo una parte de la imagen. En los negocios, la gestión financiera se refiere a la toma de decisiones estratégicas sobre los sistemas y activos financieros de una empresa. La gestión financiera sólida toma estas decisiones de una manera que permite que la empresa se mantenga saludable, crezca y cumpla con los estándares regulatorios o legales aplicables (según su industria, tamaño, ubicación y otros factores). Aunque el término tiene definiciones relacionadas cuando se usa en contextos como las finanzas personales, por lo general se relaciona específicamente con los negocios.
Si bien algunas versiones de la gestión financiera personal pueden ser bastante sencillas y hacerse solas (por ejemplo, la dotación de personal tradicional que se puede administrar fácilmente con un software de impuestos individuales y una hoja de cálculo), las estructuras financieras necesarias incluso para una pequeña empresa pueden volverse complejas rápidamente. Debe ser administrado por alguien con experiencia financiera profesional.
Por qué administrar tu propio dinero puede ser una mala idea
Gestión financiera multifacética. La gestión financiera implica trabajar con algunas combinaciones financieras significativas, y también puede incluir otros aspectos o áreas de cobertura según la situación y la entidad involucrada. Una de estas áreas principales son los impuestos. Como se mencionó anteriormente, otros requisitos son los requisitos reglamentarios o legales relacionados con la financiación o los activos financieros en función de la industria, el tamaño, la ubicación, etc. de la empresa.
La tercera área de preocupación para las empresas con empleados es la nómina. Además, cosas como inversiones o activos, seguros, divisas, cambio y flujo de efectivo, suministro, inventario y más pueden desempeñar un papel en la cartera financiera de una empresa. Cada una de estas áreas puede estar sujeta a requisitos regulatorios complejos y abundantes matices. Sin una comprensión sólida de estas áreas, es fácil tomar decisiones imprudentes por ignorancia que podrían ser desastrosas a largo plazo.
Además de su inmensidad, la gestión financiera plantea otro problema para quienes prefieren hacerlo ellos mismos. Tomar decisiones financieras equivocadas conduce a grandes riesgos. No querrá agregar el hecho de descubrir que cometió por error cuatro años de fraude fiscal al estrés normal de administrar un negocio.
Corregir los errores fiscales o regulatorios después de los hechos puede ser muy costoso y, a veces, imposible. Tomar decisiones informadas sobre sus activos puede conducir a grandes pérdidas, demandas o bancarrota. Puede ser difícil detectar errores de planificación financiera hasta que causan graves repercusiones.
El panorama complejo y los riesgos significativos involucrados en los temas de gestión financiera hacen que no sea aconsejable llevar a cabo la gestión financiera por su cuenta sin el aporte y la supervisión de un profesional financiero. Finalmente, contratar a un profesional de administración financiera tiene una ventaja adicional: los directores financieros a menudo pueden ayudarlo a aprovechar los recursos que quizás no conocía y que pueden beneficiar a su negocio en formas a veces sustanciales.
Desde créditos fiscales hasta programas de incentivos para descubrir los mejores tipos de cuenta o vehículos para sus activos, los profesionales financieros pueden ayudarlo a obtener grandes beneficios que probablemente nunca supo que tenía sobre la mesa.
Los tipos de apoyo financiero profesional disponibles para usted
Si decide contratar a un profesional financiero para que lo ayude con sus necesidades financieras, hay algunas decisiones que debe tomar que pueden ayudarlo a elegir rápidamente al profesional adecuado para el trabajo.
La primera pregunta que deberá responder con respecto a su negocio es qué tipo de apoyo necesita. Hay un número de diferentes tipos de profesionales financieros. A menudo proporcionan tipos de servicios superpuestos pero útiles para casos o aplicaciones específicos. Esto puede ser confuso; por ejemplo, la diferencia entre un planificador financiero y un asesor financiero no es evidente de inmediato, sino que se relaciona con la variedad de consejos que brinda cada uno.
¿Necesita un contador, un experto en impuestos o un analista financiero? ¿Quizás más de uno? ¿O algo completamente diferente? La respuesta dependerá de sus necesidades y situación específicas. Investigue un poco o reserve una sesión gratuita con un profesional financiero que ofrezca reuniones iniciales gratuitas y podrá reducir sus necesidades a la persona adecuada para el trabajo.
Otra consideración importante que lo ayudará a encontrar el mejor apoyo financiero es cuánto trabajo de administración financiera puede esperar hacer anualmente durante los próximos dos o tres años. ¿Tiene suficiente trabajo para que un profesional financiero contrate uno en casa? Para la gran mayoría de las pequeñas y medianas empresas, es posible que aún no sea necesario un director financiero de tiempo completo, y contratar a un profesional según sea necesario puede ser la opción correcta. Sin embargo, es importante tener en cuenta la cantidad de trabajo que puede esperar durante el próximo año o dos. En algunos casos, puede ser más rentable contratar a alguien.
Si tiene un negocio, el riesgo de algún tipo de desastre financiero vale mucho. Vale la pena el costo de un administrador financiero profesional para asegurarse de que sus decisiones financieras sean tomadas por un experto.